UN MONAGUILLO, UN MUERTO, UNA HISTORIA EXTRAORDINARIA. "Solamente queda la esperanza del coraz n. Cuando la l gica se vuelve barbarie, cuando nuestros actos abocan a la destrucci n, todav a queda la ilusi n de una mirada limpia, sin prejuicios. Ser un monaguillo o unos amigos a los que ni una guerra podr destruir. Pero ser . Un grito de esperanza entre accidentes de tr fico, historias inconclusas y mensajes que debimos transmitir pero no lo hicimos. Una historia en la que la vida palpita en cada l nea. Y si hubo una guerra, esa guerra no fue". Juan Jos Blasco Ad TIEMPO Y LUGAR En 80.000 palabras el lector se convierte en testigo privilegiado de las vivencias de la Espa a rural (Villafranca de Ebro) de fines de los sesenta con una mirada al pasado, que por momentos cuenta la Historia Medieval y Moderna de Arag n, la Zaragoza de comienzos del siglo XX, el ambiente pre-b lico, la Guerra Civil (1936-39) y hasta el mayo Franc s (1968). LA LECTURA La narrativa supera el marco hist rico en la que se ubica. El lector puede sentir el calor y el tedio de las siestas de los cr os, jugar con ellos e imaginar sus fantas as; llorar de impotencia por un pasado atroz; reir con an cdotas de juventud; comprender el silencio de dos enemigos; sentir el calor de la amistad en su m xima expresi n; oler la fragancia de un paisaje que cuenta la intrahistoria de un pa s; y seguir los vericuetos de un investigaci n infantil que encandila. PERSONAJES PRINCIPALES Pablico, monaguillo y nieto de Isidro Noguera (agricultor falangista y residente en Villafranca de Ebro), y Remigio Ip s (anarco-comunista e ntimo amigo del Isidro, residente en Pau, Francia). Los tres hablan en el dialecto ma o. Eloy Ip s, nieto de Remigio, muere en el accidente que origina la trama de la novela. ARGUMENTO En 1968 Pablico asiste a la extremaunci n de un joven franc s atropellado a la entrada de Villafranca de Ebro (Zaragoza). Tras encontrar una carta del finado el peque o monaguillo comienza a descubrir una historia extraordinaria: durante la Guerra Civil los enemigos se aliaron para protagonizar el m s sublime acto de hero smo en medio de la vor gine fratricida...