Hip lito, gran amante de la caza y las artes violentas, veneraba a la diosa virgen de la caza Artemisa y detestaba a la diosa del amor Afrodita. Esta, en venganza, decidi que Fedra -madrastra del joven- se enamorara locamente de l. Cuando la mujer se ofreci a su hijastro, este la despreci . Fedra se suicida, pero su nodriza, que hab a trasmitido a Hip lito sin el consentimiento de Fedra, su pasi n, escribe una tablilla que deja junto a su se ora inculpando al joven de haber intentado violarla. Cuando su padre ve lo ocurrido, clama venganza.